El melocotón es un fruto redondo, coloreado, jugoso y típicamente veraniego.
Pertenece a la familia de las rosáceas, y es la fruta que con más frecuencia causa alergia. En la mayoría de los pacientes es la primera rosácea que induce reacciones alérgicas, y es raro observar alergia a una fruta de esta familia sin que exista alergia al melocotón. La manzana, la pera, la cereza, el albaricoque, la ciruela, la nectarina, la fresa, entre otras, son frutas que pertenecen a la familia de las rosáceas.
Al contrario de lo que pueda parecer debido a su sabor dulce, el melocotón no es de las frutas que más hidratos de carbono y energía aportan. Destaca su riqueza de fibra, que mejora el tránsito intestinal. Entre su composición mineral sobresale el potasio, y en menor cantidad, el magnesio y el yodo.
Contiene cantidad elevada de provitamina A o beta caroteno, se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita. Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico y tiene acción antioxidante. El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
Contiene sólo 37 Kcal por cada 100 gramos, 1,4 gramos de fibra, y 140 mg de potasio.
Su contenido de fibra le confiere propiedades laxantes. La fibra previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de los(niveles de azúcar en sangre. Además es saciante, por lo que nos ayudará a ajustar las cantidades de nuestro plan de alimentación.
Como elegir un buen melocotón.
Olor. Antes de echar los melocotones a la cesta de la compra, es aconsejable coger uno y olerlo. Su aroma debe ser dulce y, sobre todo, debe tener olor.
Piel. La piel debe ser de tono rosáceo y amarillo, sin partes verdes, contener la “pelusa” característica de esta fruta y no tener golpes, ni cortes.
La zona del melocotón que está en contacto con el árbol también nos indica la madurez de la fruta: si tiene un color más naranja o rosado, está maduro. Si es verde, todavía no.
Conservar el melocotón
Podemos dejarlo un par de días fuera de la nevera si no está del todo maduro y después meterlo en la nevera, pero en la zona de menos frío, es decir, en los estantes inferiores.
Contenido Elaborado por María Martín Santana, Dietista-nutricionista del Centro de Educación Nutricional